.
Mi hermano ha dejado de fumar. Y lo ha hecho de forma radical, con una firme decisión de no volver a encender un pitillo. Por si esa «firme decisión» no fuera tan firme con el paso de las horas, decidió reforzar el proceso asistiendo a un seminario de hipnosis en la que un soberbio «speaker» israelí, expone de manera más o menos subliminal a sus clientes las razones por las que el tabaco nunca más será una esclavitud.
Parece mentira cómo el hecho de asistir (sólo, acompañado por un socio de aventuras o en grupo de terapia) a un evento de este tipo (previo pago de unos cientos de euros) puede obrar el milagro que nuestra voluntad, minada por la insistente demanda de nicotina de nuestro cuerpo, no ha conseguido en años.

Es realmente tan efectivo ese método ? (o ese libro, o esos parches, o esos chicles…), o es que exponernos de tal modo (y soltar la pasta) nos compromete más con nosotros mismos de lo que hemos sido capaces hasta el momento ?
Mi lectura no es nueva en esto, es evidente que la mayor vacuna, antídoto, medicina, o estimulante que nos lleva tanto a abandonar un lento suicidio como el tabaco como a emprender las más complejas empresas, es algo que nuestro propio cuerpo puede generar. No sé como definirlo en términos médicos o simplemente químicos (porque al fin y al cabo, de eso se trata) pero está claro que la motivación (guiada por la clarividencia y alimentada por la inspiración) que uno mismo se impone (o a uno se le otorga por causas ajenas) es la que obra el milagro.
Nosotros mismos somos nuestro peor limitante y tambien nuestra mejor palanca de motivación en los momentos críticos. Quizá no sea necesario ver morir a un amigo de cáncer para dejar de fumar o dejar de ver nuestros atributos en la ducha para decidir empezar una dieta.
Lo cierto es que compartir nuestras penas, predicar nuestras buenas intenciones o pagar al maestro de ceremonias de turno (menudo negociete) son sólo recursos para autoempujarnos hacia el sentido común. Decidamos qué es lo que nos conviene (el cerebro – el nuestro y el de los demás – frente a otras vísceras, será siempre un buen asesor) y creemos las condiciones para que el demonio malo no lo tenga fácil. Si estás a dieta, no entres en la pastelería, si quieres dejar el tabaco, evita los ambientes poco propicios, si tienes deberes pendientes, no esperes al último día y si lo que realmente necesitas es buscar la motivación que sea el motor para todo lo positivo que aún tienes por delante, ponte a ello, no habrá hipnotizador de serpientes más efectivo que la adrenalina que premia el triunfo de tu propia voluntad.
Hoy es domingo, la semana puede ser más o menos llevadera o productiva, depende más de ti que de los demás…pensabas en un pequeño reto para ponerte a prueba antes de afrontar mayores gestas ? Ahí tienes uno…

Joan Clotet

Joan Clotet

Humanista Digital // Digital Talent Innovation Coach · Advisor · Trainer · Speaker · Author / Committed with People Talent Innovation and #Positive change

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Anonymous

    Eres la voz de mi conciencia…

    Víctima del demonio malo.

  2. Anonymous

    Bueno, ya estoy más tranquilo, has dejado de fumar, pero no te has vuelto maricón,¡todo un éxito!.

Deja una respuesta