El 50% de todos los empleados necesitarán volver a formarse para 2025
Así de concreto es el mensaje del Foro Económico Mundial en su último informe de octubre 2020 sobre el futuro del trabajo. El impacto económico de la pandemia y la creciente digitalización aceleran también los ritmos para que nos pongamos todos las pilas. No hay otra si queremos evitar ser un poco más obsoletos cada semana. Pensamiento analítico, innovación, aprendizaje activo y resolución de problemas complejos encabezan la lista. Autogestión, resiliencia o uso y gestión de la tecnología ascienden posiciones como habilidades a las que prestar cada vez más atención.
Estas proyecciones se difundirán ahora para influir en la mentalidad de crecimiento de organizaciones e individuos. A pesar de ello me inclino a pensar que muchos lectores verán lejano el 2025 y desviarán su atención a responsables del ámbito académico y empresarial tanto público como privado. Apuntarán a quien crean que tiene el poder y los recursos para aportar soluciones si no queremos ser víctima fácil de las máquinas. Y mirar lejos (en el tiempo y en la responsabilidad) supone también perder muchas oportunidades
2025 es mucho o poco tiempo según la velocidad a la que pasan las cosas y esa velocidad parece mayor cuando nos pasan a nosotros Share on XY ahora, ¿ que vamos a hacer ?
No soy amante del largo plazo para los temas que más me afectan. Primero porque no seré eterno y segundo porque me aleja de mi capacidad de acción. Mi reflexión se orienta a menudo a explorar qué podemos hacer nosotros por nosotros mismos desde ya, algo por lo que vale la pena apostar siempre. Y tras leer el informe mi recomendación es ésta: tengamos todos 5 años otra vez. No porque el Foro Económico Mundial apunte a ese horizonte, ni porque 2025 suene a nueva oportunidad de medio plazo, sino porque invito a volver a pensar y aprender como cuando teníamos esa edad.
Con cinco años éramos niños y niñas curiosos, ávidos de conocimiento y experiencias. No teníamos miedo a preguntar, no considerábamos el tiempo como un factor limitante y de presión. Teníamos siempre más a ganar que a perder. Como dice Mª José Roldan pedagoga terapéutica y psicopedagoga, «aunque todos los niños son diferentes y cada uno se desarrolla a un ritmo, la realidad es que a los 5 años tienen algunas habilidades en común y empiezan a desarrollar algunas importantes para la autoestima y el aprendizaje»
Esa autoestima para ponernos en valor frente a la tecnología y el aprendizaje permanente para evolucionar con el mundo son dos de las habilidades que más nos ayudarán a ser relevantes.
Volvamos a ser niños de cinco años
Si aceptamos volver a ser niños (y a no dejar de serlo nunca) conectaremos con esa época en que nos iniciábamos en la resolución de problemas abstractos. Cuando nuestra opinión empezaba a ser escuchada y sorprendíamos con preguntas complejas. Cuando empezábamos a autogestionar nuestros sentimientos o a desarrollar el arte de la negociación. A los cinco años éramos más creativos, más sociales y dábamos nuestros primeros pasos en la comprensión del mundo que nos rodea.
Éstas son habilidades críticas si queremos que nuestro mundo sea como lo queremos imaginar.
Sugiero revisar siempre este tipo de proyecciones como oportunidad. Es útil identificar en ellas habilidades en las que destacamos y mostrarlas al mundo (en nuestros comportamientos, no sólo en nuestras intenciones y redes sociales). El top 15 nos invita también a revisar aquello en lo que podemos mejorar y a tomar decisiones: qué conversaciones tener, qué libros leer, qué cursos hacer, qué dejar de hacer …
Cinco años es mucho tiempo si decidimos actuar.
Así que manos a la obra, inspiracción a tope. Leed las 136 páginas del interesante informe del WEF si os es útil pero recomiendo también echar un vistazo a las 12 cosas que aprenden los niños con cinco años para conectar con nuestra versión más pura y libre. Reactivar nuestra sed de conocimiento y especialmente tomar acción (por inspiración o amenaza) determinan nuestro futuro profesional y por extensión el de un mundo del trabajo futuro, ávido de tecnología y de talento en acción.