Demasiadas prisas… que yo sepa ni Nostradamus predijo un fin del mundo cada 31 de Julio ni España cierra en Agosto como el esterotipo de los que nos miran desde fuera. Es sólo que todos queremos irnos (cuando nos toca y en la medida de lo posible) con los deberes hechos y las conciencias aliviadas.
Llega el período del año en que podemos centramos en nosotros, lo nuestro y los nuestros. Tiempo de parar, de respirar , de explorar, de observar y mirar, de sonreír y reír e incluso de perder el tiempo sin remordimiento de conciencia. Las vacaciones tienen más valor para los que tenemos la suerte de trabajar. Son un paréntesis a una vida en la que dedicamos la mayor parte del tiempo a ganarnos las habichuelas en detrimento de vivir plenamente. Ante esta inminente parada en boxes os emplazo a estar atentos, receptivos y abiertos a sacar máximo partido del no siempre valorado privilegio de despertar cada mañana y vivir con plenitud. Con ello en mente comparto aquí mis intenciones e invitaciones para estos días en que más que desconectar lo que toca de verdad es conectar con la vida.
- Madruga. No es garantía de ayuda divina pero cuando nuestros días son todos para nosotros, mejor que los aprovechemos al máximo, no?
- Muévete: No es necesario preparar un tour o un maratón (aunque si es tu reto, disfruta del camino). Una simple caminata diaria a buen ritmo y con una conversación estimulante (en buena compañía o con uno mismo) es una práctica barata y saludable física, mental y emocionalmente… what else ?
- Come bien: Y no hablo sólo de comida saludable ni de buena educación en la mesa, hablo de dedicar a ello el tiempo que merece, de degustar sin sentir la amenaza puntiaguda de las agujas del reloj, de competir con los master chef regalando tiempo y creatividad a quien nos lo dedica cada día, de descubrir sabores, colores y aromas y sobre todo, de aliñar cada plato con sonrisas y buena compañía.
- Explora: Descubre y conecta con pasiones e ilusiones. Llena tu tiempo de vida. Ya sea viajando a la otra punta del planeta (quizá buscándote a ti mismo) o sumergiéndote finalmente en ese denso libro que te mira cada noche desde la mesilla y que te llevará lejos. Captura y comparte pequeños o grandes momentos y conversa con tus almas gemelas en las redes. Piérdete sin móvil, reloj ni rumbo aparente por el bosque y párate a embelesarte por un insecto que te mire indiferente. Deja que un rayo de sol entre los árboles o en el lejano horizonte marino sea el primero en desearte un buen día. Disfruta de un día de lluvia a cubierto. Conecta con la naturaleza y lo natural y llénate de su energía y serenidad. Física, mental y emocionalmente explora y descubrirás
- Conecta: A menos que seas anacoreta o muy asocial (que no creo, o no me estarías leyendo) las vacaciones son una gran invitación a dar y recibir. Nuestra familia, nuestros amigos y esos conocidos intermitentes y desconocidos por descubrir que comparten con más o menos intensidad nuestro camino vital. No hay inversión más rentable para el alma que ser abierto y generoso con los demás. Escucha, comparte, descubre o redescubre personas nuevas y crece con ellas y sus relatos . Reenamórate de tu pareja y sé feliz haciendo y viendo felices a los tuyos. Acércate a la gente positiva y huye de agoreros y criticones, éstos nunca hacen vacaciones y su carroña es la atención de los demás.
Llega el tiempo de tener tiempo. De parar (de verdad), escuchar y escucharse (de verdad) y de bajar del cerebro al corazón y los sentidos. Tiempo de inspirar (aire, profundamente) e inspirarnos con los demás. Tenemos nueva cita con la vida, con nosotros y los nuestros. Que disfrutes mucho de tu tiempo, libre.