Alguna vez has tenido suerte? Has ganado algo en algún sorteo o supuestamente por puro azar?
Muchas veces atribuimos el acierto o el éxito de nuestras acciones a la suerte, que evidentemente tiene algo que ver, pero conviene hacer un pequeño ejercicio para analizar más objetivamente la parte de mérito o culpa que tenemos cuando» la suerte «no nos aconpaña.
Una buena manera es hacerlo cuando sí nos sonríen los dioses … ¿Es que simplemente hemos tenido suerte? ¿O realmente somos tan buenos? ¿Tan bien nos habíamos preparado? ¿Tanto hemos trabajado para conseguir esto?
Seguramente, y al margen de la confianza que tengas en ti mismo, la mejor manera de atraer la buena suerte es reducir su margen de actuación. Si no teneis la oportunidad deseada, id a por ella. Nadie os la llevará a casa. Si ya teneis esta oportunidad, no la desaprovecheis. No os excuseis pensando que habrá más, preparaos a conciencia, con la misma intensidad con que hayais deseado que llegara.
Las buenas noticias: cuando finalmente sea la hora de la verdad, el éxito será el producto de vuestra determinación y aumentará vuestra autoconfianza (para cuando los tiempos y las dudas la hagan disminuir) y si no conseguis lo que os proponeis. os puedo asegurar que la satisfacción de haber dado todo, es muy parecido al dulce sabor de la victoria.
No os mintais atribuyendo a «la suerte» la culpa de vuestros errores y pensad por un momento si se podía haber hecho mejor.
Todos tenemos un potencial infrautilizado que sólo la ilusión, motivación, autoconfianza o simplemente la necesidad, nos hace descubrir. Y es necesario que esto esto se produzca en el momento oportuno, nuestros «trenes» no pasan en el momento que necesitamos (ni las oportunidades, ni los de cercanías!)
Gran parte de la «suerte» está en tus manos. Haz un pequeño repaso mental de tus retos personales y no pierdas el tiempo: «Hoy, es mañana»
Joan Clotet