Talento oculto o culto al talento

Paseo este domingo gris por Instagram y me recreo en la colorida y apetitosa estética de las fotografías de ConAromaDeVainilla , una food blogger coruñesa afincada en Madrid, apasionada por la repostería y rebosante de talento. Eva deleita a sus más de 15.000 seguidores con recetas y fotografías para enmarcar (antes de devorar)

El caso de Eva, compañera de trabajo del dpto. de contabilidad es notable, pero sólo uno de tantas muestras de talento que brilla muchas veces a distancia del día a día profesional.

Soy un convencido de que las empresas pueden crecer tanto como lo hagan sus personas (y viceversa) y que uno de los grandes retos es el de detectar, reconocer, desarrollar y compartir ese talento y motivación que todos tenemos, más allá de nuestra formación inicial o proyecto profesional actual.

La inercia de algunas organizaciones, las definiciones y límites del puesto de trabajo, las jerarquías,  la presión por el corto plazo o la miopía de muchos gestores de personas desperdician o infravaloran el gran motor de toda organización: el talento y la pasión que reside en sus personas. También nuestros miedos a excursiones fuera de la zona de confort juegan su papel, disfrazando de supuesta estabilidad la falta de cambios y adaptaciones constantes que el mundo nos demanda.

Toda empresa tiene un tesoro proporcional a las personas que la conforman: más talento del que es capaz de aflorar y poner en valor. Y también todo empleado por cuenta ajena tiene la obligación de mirar menos hacia arriba y más hacia su interior para que ese tesoro brille con luz propia en favor de una mayor aportación de valor y realización personal.

¿ Habeis visto alguna vez a un compañero arrancar el lunes por la mañana apático ante una nueva semana cuesta arriba a la que sobrevivir ? Ese mismo que un par de horas más tarde comparte apasionado el éxito de la reunión que ha organizado él solito durante meses para 150 ex-alumnos rescatados del pasado. ¿ No consultáis y recomendais a esa entusiasta viajera del área de marketing que ha visto medio mundo y es referencia obligada para los más aventureros ? ¿ y que hay de esos compañeros/confidentes, ideales para conversaciones de calidad antes de tomar decisiones importantes, sobre temas que nada tienen que ver con su función ni experiencia previa  ?

¿ Cuánta distancia existe entre lo que hacemos y lo que podemos ser ? ¿ y a quién o a qué tenemos que esperar para reconocerlo, desarrollarlo y ponerlo en valor ?

Todos, absolutamente todos, tenemos capacidades, experiencia, motivaciones y talento para dar y regalar (y no hablo en sentido figurado) que no debería pasar inadvertido (ni siquiera a nosotros mismos).  Es oportunidad y responsabilidad de cada uno ir un poco más allá de lo que hacemos y nos piden para intentar dar nuestra mejor versión en el proyecto en que estemos embarcados y por extensión, en la vida que nos ha tocado vivir (que de momento y que yo sepa, sólo es una).

Te invito a revisar tu historia profesional y a encontrar momentos de plenitud. ¿ Qué hacías ? ¿ con quién ? ¿ para quién ? y especialmente ¿ para qué ? ¿ En qué circunstancias te comprometías, sentías que aportabas valor y eras reconocido por ello ? Identifica en esos momentos las virtudes que atesoras y que te ayudan a reconocerte. Valora si seguirán siendo recuerdos del pasado o si ha llegado por fin el momento de invertir en ti,  realizarte  y acercarte, siempre que tengas oportunidad, a quien eres y quieres ser.

Si como yo, tienes además el privilegio de trabajar para una empresa comprometida con el talento, valiente y abierta a las oportunidades, valoralo y atrévete. Si no es así, cambia. Cambia tú

Para finalizar, si mis palabras o las imágenes no son suficientes, comparto 3 casos más de compañeros inspiradores para la acción.

Crecereis con toda seguridad si creais comunidad como Roman, fundador y líder de Rooted, el evento de seguridad más grande España 

Volareis alto como Andrés, especialista en drones y tecnologías emergentes, si poneis en valor vuestra pasión para convertirla en profesión como quedó patente en The drone show

Y en definitiva, pondreis la mejor banda sonora a Segundas partes de vuestras vidas si como Jaime, mi compañero y amigo en el área de Talento, os atreveis a compartir creatividad y talento (también musical) con todo el mundo.