Humanos a la obra !

Digital alude a dígito y también a dedo, el que nos apunta ahora a todos y cada uno de nosotros cuando hablamos de transformación digital.

Todos los directivos y en particular los de recursos humanos están (o deberían estar) más que atentos al impacto que este proceso tiene y tendrá en sus organizaciones y personas.

Todos participamos de la transformación digital y un ejercicio recomendable es tratar de entender cómo afecta a nuestro negocio, ecosistema relacional y también a nuestras capacidades y actitudes personales.

Las áreas de recursos humanos ignoran, exploran, participan o lideran el proceso de transformación digital que nos llega a la vez desde distintos ámbitos de influencia

1. LOS CLIENTES

A menudo el cambio llega de forma rápida de la mano de los clientes , consumidores que nos demandan servicios cada vez mejores, más eficientes y personalizados. Muchas empresas han desaparecido, por falta de entender a tiempo qué necesitaban sus clientes y qué tipo de cambios e inversiones en talento era necesario realizar a tiempo para adaptarse o diferenciarse en la nueva era digital.

Los clientes externos, el mercado, deben ser la razón misma y punto de referencia para todo negocio, aunque la lejanía de algunas áreas de soporte, les haga en ocasiones perder esa perspectiva.

2. LOS EMPLEADOS

Vía de influencia (y responsabilidad) para RRHH. Revisar todo lo que hacemos para orientarlo adecuadamente a ellos nos aporta ventajas competitivas en la lucha por el talento. Atraer a los mejores, fidelizar concatenando proyectos atractivos, retribuir de forma justa y flexible, promover un entorno de trabajo inspirador, etc. no se consigue de forma fácil ni con los métodos más tradicionales.

Las nuevas generaciones (en edad y en mentalidad) nos empujan a ser más conscientes, hábiles y rápidos.

La empresa ya no es omnipotente ni su destino final, es un espacio en el que buscan más que un sueldo y seguridad, buscan sentido, valores compartidos, aprendizaje constante, equipos enriquecedores, liderazgo inspirador, etc. Todo aquello que les hace crecer y promueve su máxima aportación personal a un proyecto con sentido. La revolución digital rompe barreras para que todo ello sea cada vez más posible en un entorno global.

3. RRHH

El tercer ámbito de influencia es el propio departamento.

El área de RRHH debe adelantarse y predicar con el ejemplo, cambiando para ayudar a cambiar a los demás

Un área que está ampliando su catálogo de servicios y capacidades para afrontar nuevos retos. Los gestores de talento deben orientarse decidida y progresivamente a las personas y cambiar todo lo que sea necesario para tener a los mejores, maximizar su contribución y distribuir capacidad en el momento, lugar y posición oportuna, al coste adecuado. Fácil de decir y no tan fácil de hacer en un mundo en que conviven la inercia conservadora, con la necesidad de anticipación y la presión por los resultados.

4. CADA UNO DE NOSOTROS

Para acabar, el área en la que tenemos capacidad de influencia directa e inmediata: nosotros mismos. No entenderemos las oportunidades y amenazas si las tratamos de analizar desde un observatorio distante y ajeno. Difícilmente nos anticiparemos y asesoraremos bien  si no nos abrimos e implicamos de lleno en el cambio de mentalidad que implica la transformación digital.

Un directivo de recursos humanos es alguien que nos debe acompañar en un proceso hacia el futuro . Alguien que conecta con las necesidades del negocio, aterrizado a la realidad pero conectado al mundo, comprometido con el resultado pero con el foco en el medio plazo. El directivo necesario está en contínua formación, es proactivo en la identificación de capacidades para el éxito, que empiezan por las propias. Alguien que genera confianza y que escucha más y mejor que nunca para entender (a las personas y a los datos)

Todo aquello que lleva mucho tiempo sin cambios es susceptible de ser revisado y cuestionado. Empezando por nosotros mismos. Todo lo que hacemos puede y debe hacerse mejor, la tecnología es una palanca pero nuestra mentalidad es el freno o el motor.

Los profesionales de recursos humanos, vivimos una etapa apasionante en la gestión de personas. Una etapa que antecede un futuro que parecía de ciencia ficción. Tenemos la oportunidad y responsabilidad de influir en positivo en muchas personas para acompañar a liderar el avance hacia ese futuro de cambios permanentes. Un futuro en que conviviremos con algoritmos e inteligencia artificial, donde la fuerza de trabajo será una potente mezcla de capacidades intelectuales y emocionales, de humanos y tecnología.

Ese futuro inminente, con retos hasta ahora desconocidos, demanda profesionales proactivos, eficientes, ágiles, conectados, analíticos, abiertos y por encima de todo, humanos.

Humanos a la obra !