El #MWC15 y el protocolo H2H (Human to Human)

En plena efervescencia del Mobile World Congress en Barcelona, ciudad inteligente que hospeda un año más este evento global, la feria bulle con vertiginosa interactividad física y digital. Más de 90.000 asistentes, 2.000 expositores y representantes de más de 200 países se concentran en pocos días para presentar, conocer, vender, comprar, celebrar y de manera omnipresente, negociar y comunicar para que sigamos comunicándonos más y mejor.

Ponentes estrella como Mark Zuckerberg (Facebook) o Sundar Pichai (Android) nos hablan de futuro en presente y fabricantes venidos de oriente y occidente de móviles, tabletas o dispositivos wearable, muestran sus mejores galas para seducirnos y seguir acompañándonos donde quiera que vayamos.
Un año más veremos los resultados de la capacidad inversora y el talento en innovación de grandes compañías en forma de smartphones de alta gama y completas prestaciones, creativos sistemas de identificación (iris, voz, rasgos faciales), extensiones y dispositivos integrables en la ropa que nos evocan una progresiva simbiosis entre el hombre y la tecnología aplicada. También sabremos más del proyecto ARA en que Google emula a Lego promoviendo la salida al mercado del primer Smartphone configurable que permite a los usuarios construir sus teléfonos móviles con los componentes que ellos elijan.

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Sabemos hace ya tiempo que esta dimensión digital que nos expande nos hace ser más eficientes, más sociales, nos hace estar más informados, nos acerca a la imposible omnipresencia, nos facilita la interacción con más personas y cada vez más, también con más cosas. En cualquier caso, la tentadora y casi abrumadora oferta de la tecnología de la comunicación no debe hacernos perder la capacidad de utilizar el protocolo más antiguo, el H2H (Human to Human) que nos conecta emocionalmente cuando decidimos sustituir ese mensaje gratuito y trufado de iconos, sucedáneos de emociones, por una conversación oportuna, cara a cara, que transmite toda la autenticidad e intención de una mirada sin pantallas de por medio. Una negociación efectiva y un apretón final de manos que confirma, acuerda, resuelve, transmite y comunica con la eficacia que ningún dispositivo hasta la fecha ha sido capaz de emular. Y que nos dure …