Estamos apunto de “celebrar” el aniversario de la tan manida crisis que nos “sorprendió” hace casi un año y nos ha “deleitado” durante los últimos meses en empresas, periódicos, comercios y ascensores, sustituyendo (en éstos últimos) al clima como conversación estrella. Sólo los éxitos e imagen de nuestro querido Barça por estos lares, han aliviado tanto pesimismo. Casi un año más tarde del “boom”, entramos ahora en una interesante etapa para todo consumidor que se precie: las vacaciones. Un período en que hacemos un paréntesis de nuestra realidad para dedicarnos intensamente, si podemos y queremos, a todo aquello que durante el año nos está más vetado. Los amigos lejanos, los viajes o las experiencias vitales (sin reloj) más restringidas a los que (afortunadamente) trabajamos la mayor parte de nuestro tiempo, toman por unas semanas mayor protagonismo.
En los próximos meses no obstante todo esto tiene este año un problema adicional, además de tiempo (gratis y nunca suficientemente valorado) necesitamos dinero. Para los afortunados que disponen de una paga doble (porque conservan su trabajo) para poder malgastar sin remordimiento, este aspecto es un mal menor. Pero para todos aquellos que ven en sus vacaciones un perfecto escaparate en el que satisfacer hasta la saciedad sus necesidades vitales y sociales, éste será un verano distinto. Quizá ese viaje exótico deberá buscar otro destino más doméstico y asumible. Quizá habrá que convencer a los niños que el parque de la Warner en Madrid es tan bueno como el de Orlando. Quizá ese restaurante exclusivo se convertirá en espejismo o será siempre una segunda opción. Quizá el vestuario de esta temporada será básicamente el de la pasada temporada (que habrá pasado forzosamente a ser atemporal). Quizá los paseos por el campo de golf deberán sustituirse por otros campos menos sofisticados, agujereados y sostenibles.
Quizá en definitiva, estos compulsivos consumistas decidirán pasar sus vacaciones de acuerdo a sus posibilidades reales y empezarán con su actitud a resolver parte del problema en que nos meten los que gastan lo que no tienen, compran lo que no ven y venden lo que nunca cobrarán.
Joan Clotet