Me despierto un día más, triste por la noticia del accidente de avión de Germanwings, 150 almas que se van de forma injusta e inesperada y otras tantas familias golpeadas por el profundo dolor de perder a un ser querido.
Estos hechos, afortunadamente tan poco frecuentes, nos hacen súbita y profundamente más conscientes de la fragilidad de nuestras vidas. Los problemas, preocupaciones y dramas pasan inmediatamente a otro plano cuando valoramos lo afortunados que somos de despertar un día más. Ojalá pudiéramos reconfortar de algún modo a aquellos que han tenido pérdidas tan terribles, creo que nuestra única opción y casi responsabilidad, es honrar y agradecer una día más, una nueva oportunidad de disfrutar de la vida, aprender, ser generosos, respetar, contribuir y en definitiva vivir en mayúsculas.
Si conoceis a las familias de los fallecidos es el momento de estar presentes y acompañar en la pérdida. Nada hay más irreversible que la muerte y es en estos momentos cuando nos damos profunda cuenta de que sólo vivimos una vez.
Para todos los que tenemos la fortuna de ver el sol un día más, creo que honramos a los que se van desde el respeto, la conciencia de que los privilegios no son derechos y la responsabilidad de sumar actos positivos y memorables en nuestro camino y el de los nuestros. Como viajero frecuente, envío desde aquí mi agradecimiento a todos los que trabajan cada día para transportarnos de forma segura por el mundo. Hoy somos todos más conscientes de la importancia de su labor
Cada viaje que emprendemos tiene riesgos, pero el mayor de todos es el de transitar en el camino de la vida sin ser plenamente conscientes, cada mañana, de que nunca hay vuelta atrás.
Hagamos de hoy otro día memorable en nuestras vidas y en la de los demás
Yo perdí a mi madre, mi padre, una hermana y un hermano, no en este accidente y cada uno en años diferentes. Pero sé perfecto lo que es la muerte y el dolor de enfrentarla. No hay tregua con ella. Por lo mismo también se que efectivamente la vida es un regalo que hay que honrar cada segundo mientras gozamos de él. El tiempo nos enseña que nuestros seres queridos nunca se alejan del todo. Mientras viven en nuestro corazón y en nuestros recuerdos.
Lo siento Graciela. Ellos viven en ti y tú vives por ellos. Por muchos años
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