Esta semana cené con 3 amigos. Nos habíamos visto hace poco pero eso no disminuyó la energía para recibirnos con efusión, explicarnos los proyectos inmediatos, compartir inquietudes e ilusiones, revisar y decidir con rapidez responsabilidades compartidas y empezar a tramar, entre risas y complicidades de las mesas vecinas , un proyecto ambicioso.
Esto no tendría más valor si no fuera porque esos amigos eran mis hermanos. Dicen que «la familia son los amigos que no hemos elegido« … y quizás los amigos son las personas que elegimos por tener afinidades, aficiones comunes o quizás simplemente por haber pasado juntos por situaciones comprometidas …
Bueno .. sólo una reflexión a las personas de nuestro entorno que no valoramos por el hecho de tenerlas siempre cerca. Intenta mirar a tus padres, hermanos, pareja o hijos también como personas ajenas. Si por unos segundos consigues olvidar una infancia compartida o aquella última discusión o todos estos años de vivencias o distancias compartidas y puedes ver en la otra persona a un completo desconocido, sin el peso de la etiqueta que desde que nació le ha tocado llevar , quizás descubrirás un buen / a amigo / a, donde siempre lo has tenido, más leal y sincero que muchos que has tenido o tendrás y dispuesto a compartir contigo un futuro sin etiquetas.
Joan Clotet